top of page
Publicar: Blog2_Post

Winter Arc

  • Foto del escritor: Lucía Beltrán
    Lucía Beltrán
  • 3 oct
  • 4 Min. de lectura

Mi Winter Arc ha empezado.


El Winter Arc o el arco de invierno empieza el 1 de octubre.


El objetivo es adoptar una nueva mentalidad, para poder transformarte en tu mejor versión, como si fueras el personaje de una historia viviendo su desarrollo y evolución antes del desenlace, que es a final del mes de diciembre.


Durante este tiempo, quiero centrarme en alcanzar mis objetivos, físicos, mentales, espirituales y profesionales.


Estoy sola en otro país y por suerte o por desgracia tengo mucho tiempo para mi sola, y quiero aprovecharlo y usarlo para crecer.


El invierno me pone triste, porque con su frío constante y oscuridad, siempre me recuerda que la Lucía del pasado es incapaz de hacer cosas sin propósito, sin alma, sin corazón. Y me pone triste porque parece que a la Lucía del presente se le ha olvidado. Aunque poco a poco, está volviendo a recordar… El arco de invierno me ayuda a ello.


En mi Winter Arc, destaca por encima de todo la disciplina, salir a correr todos los días, con lluvia, con sueño, con agujetas, con 5 grados, con la ciudad entera durmiendo, con falta de motivación. Porque correr me enseña cómo manejar mi vida cuando las cosas se vuelven difíciles. Es mi mayor antidepresivo en un país donde el pronóstico del tiempo sólo muestra los emojis de las nubes y de la lluvia durante semanas y semanas y semanas.


Cada paso que doy en la oscuridad me recuerda que, si sin que nadie me obligue, salgo a correr todos los días, pudiendo posponer mi despertador y quedándome calentita en la cama y aun así no hacerlo, soy cada día un 1% mejor de lo que fui ayer. Estoy en constante evolución y eso me hace imparable. Y ese, es mi mejor secreto. Que nadie sabe, ni nunca sabrá, todo el esfuerzo que hay detrás de ser quien soy…


Ah! También he vuelto al gym, tras tres meses de pausa, mi lugar de paz y desconexión.


Profesionalmente, tengo en mente sacarme 2 certificados, poder nutrirme mucho de grandes proyectos y seguir conectando con gente de la que puedo aprender y crecer. Voy a conseguir el futuro que quiero.


Espiritualmente, tengo el foco en trabajar en mi y en mis pensamientos - en saber que soy capaz de conseguir lo que deseo, de que todo lo que viene es mejor que lo que se fue, que siempre vendrá algo mejor y que mis sueños se van a hacer realidad. Que no persigo sino atraigo todo lo que quiero.


En cuanto al dinero, no llevo un control inmaculado de mis gastos pero sí sé que tengo bajo control mis instintos para no comprar nada que no necesite. Tengo todo lo que necesito, materialmente, no quiero comprarme nada más. “El que compra aquello que no necesita, se roba a sí mismo”. Gana el que piensa a largo plazo.


Tengo incorporada una rutina de self-care, que hace que los meses de invierno sean distintos, no más fáciles, ni más llevaderos, pero sí más enfocados a mi crecimiento, desarrollo y cuidado personal. He aprendido a hacer las cosas para mi misma, sabiendo que esos pequeños gestos aportan luz a mi día a día.


Dentro de esa rutina está lo que como, alimentos que dan energía a mi cuerpo y que me hacen sentir bien. Últimamente me encantan mis bowls de yogur griego, skyr, plátano, miel y cacahuetes. No necesito más, para mí eso es un manjar. Antes mi snack favorito era azúcar y azúcar y más azúcar, porque no comía desde el cuerpo, sino desde mi alma que buscaba saciarse para llenar un vacío que nunca se iba a ir.


El arco de invierno me sirve para saber que, si algo me da satisfacción en el momento, pero no me aporta a largo plazo entonces no lo quiero. Llevo un estilo de vida saludable y me sienta bien, eso no significa que de vez en cuando no coma chocolate de Dubái si mi vecina me invita a tomar té, pero sé que el día siguiente voy a salir a correr 7 kilómetros en mi parque favorito y eso me va a volver a mostrar que estoy en el camino correcto.


Creo que centrarme en mi y en el arco de invierno es muy necesario porque echo mucho de menos a mi familia. Y el arco de invierno me sirve como motivación: poder enfocarme en mis planes, teniendo como objetivo y como meta final, volver en mi mejor versión a casa por Navidad. Ganarme las vacaciones. Estoy contando los días.


Sabes, en el fondo creo que todo esto lo hago porque soy la hermana mayor y porque siento la necesidad de guiar de alguna manera a mis hermanas, intentar enseñarles los valores de la constancia, del esfuerzo y del amor propio. Hacer orgullosa a mi familia.


He de confesar que a veces me siento un poco perdida y no sé estoy siguiendo el camino que quiero, el que debo y el que me acerca a mis objetivos y a quien quiero ser. Pero supongo que mientras me encuentro puedo intentar seguir creándome y descubriendo hasta donde puedo llegar.


Esa ansiedad por mi incierto futuro me inspira a trabajar más y no puedo parar de pensar en cómo escaparé. Al irme a la cama me imagino las mil historias que podría vivir en un futuro, esperando que alguna se haga realidad.


Y aunque a veces piense que mi momento favorito del día es cuando por fin me puedo ir a dormir y apagar mis pensamientos, creo que en realidad es cuando suena el despertador y tengo una nueva oportunidad de tachar en el calendario otro día más del Winter Arc.


-¿Hasta cuando, Lucía?

+Hasta darnos la vida que queremos.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


Recibe cada nuevo post en tu correo :)

rasmiaequipo@gmail.com 

©2019-2025 por RASMIA EQUIPO. Zaragoza, España.

bottom of page