Florida
- Lucía Beltrán
- 16 abr
- 3 Min. de lectura
Querida Lu,
En algún momento pensaste que eras una buena persona. Que eras alguien especial. Que querías construir cosas bonitas en tu vida. Tenías claro que solo las conexiones reales valían la pena. Que ibas a centrarte en ti y en construir tu futuro y en no depender de la gente que tuvieras a tu alrededor.
En algún otro momento, todo eso se te olvidó. Has sido mala persona, has sido cobarde, has mentido, te has dejado llevar por la sociedad tóxica de hoy en día. Has sentido impotencia, decepción, odio, soledad, esperanza, ilusión, otra vez decepción y así un bucle de sentimientos que no acaba. Has pensado que eras igual que todos. Que no merecías la pena. Que merecías sentirte lo sola que te sentías. Has pasado horas pensando en qué podrías haber hecho distinto. En volver atrás y cambiar algo que no va a cambiar.
En algún otro momento, te has dado cuenta de que te has sentido mal por todo lo que has hecho mal. De que en ese momento no estabas preparada para enfrentar y afrontar ciertas situaciones y que hay circunstancias en las que no eras tú. No pasa nada. Eso te ha hecho aprender. Hay experiencias que todavía no entiendes. Quizás nunca las entiendas. Pero te han hecho ser la persona que eres hoy. Y ya forman parte de ti.
En algún otro momento, te has perdido, has dejado de ver tus referentes, has confundido lo urgente con lo importante y has visto todo muy negro. Has cuestionado todo. Nada estaba claro. Sigue sin estarlo. Bienvenida a la vida de adulta. Aún eres una niña en muchos aspectos, sobre todo en tu forma de ver la vida, pero todo lo que has pasado te ha hecho la niña más fuerte del recreo. Aunque poco a poco tengas que dejar atrás esos ojos inocentes, no olvides que tras ese caparazón seguirán mirando al mundo, con la esperanza de que algún día sea su turno otra vez para volver a brillar.
En algún otro momento, tu corazón ha vuelto a latir. El sol ha vuelto a salir. Has vuelto a ti. Hay gente que te valora. Y eso te hace cuestionarte por qué otra no. Pero eso ya no importa. Toca mirar hacia adelante.
Solo tú sabes por lo que has pasado. Toca construir tu futuro. Ser buena persona. Conocer el mundo. Ganar dinero. Aprender. Conservar las buenas amistades. Cuidar de los tuyos. No tener miedo. Actuar desde el corazón. Ser más guapa por dentro. Eso te hará brillar por fuera. Buscar superarte. Ponerte metas. Avanzar y dejar atrás lo que no quieras llevar contigo en tu viaje hacia tu mejor versión.
Y cuando te vuelvas a perder, ve a correr por el bosque. Y cuando te sientas sola, pasa tiempo contigo y escribe. Y cuando quieras huir de ti, piensa en tu futuro y no en tu pasado. Y cuando no sepas cómo avanzar, mira tu fondo de pantalla y haz un plan. Y cuando se te olvide cómo aprender a vivir, piensa en qué te diría la Lucía de hace unos años, y no la decepciones. Y cuando vuelva a llover, respira bajo la lluvia. No busques compasión bajo el paraguas. Sólo aprende a vivir con el temporal.
En algún otro momento, sabes que aun te queda mucho por saber, pero ahora crees saber que:
Hace tiempo que eres tu mejor amiga.
El amor no se regala. El tiempo tampoco.
La vida pasa muy rápido y no tenemos tiempo para casi nada.
Que tu único vicio sea salir adelante.
Quisiste ser mejor pero no pudiste serlo.
Tu lugar favorito siempre será alejarte de todos y estar sola.
No te preocupas por cosas pequeñas porque en un tiempo ni siquiera te acordarás de ellas.
En el momento en el que te encuentras haciendo lo que todo el mundo hace, necesitas huir.
Hay personas que no se van a esforzar en hacer las paces contigo. Céntrate en las que sí.
En vez de asumir el papel de víctima, asumes toda la culpa y la usas para cambiar.
Si te preocupas por construir la vida que quieres, una vida bonita y florida, ya tendrás mucho más de lo que imaginas.
Vida florida: Una vida llena de belleza, alegría y plenitud. Una vida próspera y fértil.
Así como un campo florido está lleno de color, vida y armonía, una vida florida sugiere una existencia rica, plena, adornada de momentos hermosos o valiosos. También puede implicar prosperidad, abundancia, o crecimiento personal, como si la persona hubiera "florecido" a lo largo de su vida.
"Una vida como un jardín eterno en primavera."
Que así sea.
alejarte de todos, acercarte a ti💘✨
que así sea, sola o acompañada, pero creando nuestro propia jardín florecido, quitando las malas hierbas y dejando crecer a las nuevas que vengan. 😍😍