Suficiente
- Lucía Beltrán
- 14 nov 2021
- 2 Min. de lectura
Vas andando por la calle una mañana cualquiera. Ves carteles de publicidad. Te dicen que no eres suficiente, que para serlo te falta ese coche, esas gafas, ese cuerpo o ese nuevo móvil. No eres lo suficientemente guapa, lista. Te van creando inseguridades y complejos que antes no tenías. Necesidades innecesarias. Apariencias. Va pasando el tiempo. Te das cuenta de que la sociedad es así. Que quererte en un momento en el que te dicen que no debes hacerlo es un acto de rebeldía. Y de libertad.
Está bien. Ya que la sociedad no va a cambiar, cambias tú. Demasiados estímulos. Piensas cuándo fue la última vez que miraste hacia delante. No te acuerdas. Solo sabes mirar hacia abajo por la calle. Hacia fuera en el tranvía. Esquivando miradas. Queriendo sentirte invisible. Tantos sentimientos confusos que ya no sientes nada. Como diría mi amiga Luna, necesitas introspección. Y decides mirar hacia adentro.
Te sientes triste. Porque sientes que te estás perdiendo cosas. Todo te afecta demasiado. Te sientes insuficiente para tus amigos, para correr esa carrera, para conseguir las notas que quieres. Por un momento, te has convencido de que no puedes. De que no eres capaz. De que no vales. No confías.
Ojalá escucharas los ánimos de la gente que te quiere. De esa amiga que te dice que eres muy especial. Ojalá te vieras con sus ojos. Ojalá vieras que eres perfecta. Y que hay gente que te admira y que desea ser como tú. Quiere tu alma genuina, tu sonrisa, tus intenciones. Quiere tus ganas incansables. Esas que tenías cuando tenías el mundo a tus pies. Y para conquistarlo, solo tenías que correr. Y hacerlo. Nunca dejar de hacerlo.
El sol estaba allí. Esperándote. Nadie te puede ayudar. Así que te pides ayuda. Piensas en qué te diría tu yo del futuro. Está muy orgullosa de ti. De tu rutina. De que seas amable con todo el mundo. De que siempre estés ahí. También para ti. Aunque no lo veas. Te tienes a ti, te recuerda. La empatía con la que tratas a los demás, es con la que te tienes que tratar a ti también. Intenta no darle tantas vueltas a las cosas. Haz lo que tengas que hacer. Cuídate. Y no te olvides de que todo este tiempo no va a volver. Disfruta. Disfruta mucho. De esta etapa, de la compañía, de aprender, de conducir, de entrenar, de estar contigo, y de estar aquí, y ahora. Luego la echarás de menos. Pero sonreirás. Y veras que eras capaz. Que eras suficiente. Que podías, que puedes. Siempre podrás.
La mañana siguiente ya no ves carteles. Ignoras los letreros luminosos. Estímulos desvanecidos. Qué bonito es poder mirar más allá. Que te de igual. Has cambiado. Vas a ganar.
Da igual lo que veas.. Lo que te quieran vender.. Lo que te quieran ilusionar.. TU en sí, eres lo mejor que puedas vender, ser, ilusionar.,vivir,ser y poder vivir disfrutar brillar potenciar dar lo mejor de ti para poder triplicar tu Power.. 🌹 Eres Más de lo que te imaginas