La vida
- Lucía Beltrán
- 7 nov 2024
- 2 Min. de lectura
"La vida tiene que ser vivida hacia adelante, pero solo puede ser entendida al mirar hacia atrás."
Esa niña a la que tanto le gustaba estudiar no sabía que eso le ayudaría en su futuro a poder conectar con gente increíble, al poder dedicar esfuerzo a aprender un nuevo idioma y conseguir abrirse puertas que jamás se hubiera imaginado.
Esa niña que empezó haciendo deporte para perder peso no sabía que el ejercicio se convertiría en su mejor antidepresivo y en una parte fundamental de su vida, y que eso le daría habilidades para destacar en un equipo de fútbol australiano.
Esa niña que se sentía insegura porque pensaba que no se le daba bien su carrera y que no paraba de pensar en abandonar, decide seguir adelante y ahora es reconocida en su puesto de trabajo por su alta inteligencia y sus capacidades.
Esa niña que no era aceptada, que en su soledad aprendió a ser su propia amiga, más tarde sería vista como la más sociable de su entorno. Su optimismo, su radiante sonrisa y su apertura hacia los demás hicieron que muchos asumieran que siempre había sido así.
Esa niña que tenía miedo de cometer errores y que le dolía la cabeza de tanto pensar decide poner límites, soltar, dejar ir, perdonar y perdonarse, respetar lo que fue, aceptar que la vida es un constante ir y venir. No tiene todo bajo control, tampoco lo necesita, sabe que es capaz de superar todo lo que vendrá. Decide que lo importante no es lo bonito que quede su dibujo, sino que haya pintado. El resultado es algo subjetivo entre lo vivido y lo sentido.
Esa niña que solo buscaba escapar, de sí misma y de su entorno, ahora establece poco a poco el fin a una batalla, interna y externa. Ha decidido enfocarse en actividades que la nutren, la hacen crecer y que le brindan paz y alegría. Se rodea de personas genuinas. Sale a respirar aire fresco. Nunca olvida de donde viene, pues sabe que su origen es parte de su fuerza.
Esa niña que se miraba en el espejo y sólo veía defectos y fantasmas tras unos años ve el brillo en sus ojos de nuevo. Observa su fuerza inquebrantable, su potencial. Por fin juegan ambas en el mismo equipo. Ahora tienen hambre de victoria.
Y así, mientras miraba atrás por última vez, ella no dijo nada. Solo sonrió, mientras una voz interna le susurraba: “Buen trabajo. Siempre supe que tenías algo especial. Que nadie nunca te vuelva a apagar. Ni siquiera tú misma.”
Luego, con determinación, giró la vista hacia adelante.
esa niña es muy especial para todos, y veo en ella un ejemplo a seguir y una inspiración 🥰🥰🫠🫠
qué valiente eres luci
Así es 💚