2025

2024 ha sido un año de mucho crecimiento personal y profesional. He terminado mi carrera, un logro que siempre soñé alcanzar. He empezado a trabajar en algo que me gusta. Me he asentado en otro país, completamente sola, lejos de mi hogar. He conocido a muchas personas. Me he despedido de otras tantas. Y, a lo largo de todo esto, he tenido que gestionar momentos duros, de esos que hay que pasar para poder algún día cumplir tu sueño. O simplemente para aprender. Para seguir descubriendo quién eres.

A veces, me siento más perdida que nunca. Pero al mismo tiempo, estoy mucho más lejos de lo que jamás imaginé. No siempre me entiendo, me culpo, pero también me tranquilizo. Como un río que se desborda pero que después encuentra su cauce. Pienso y siento demasiado. Soy de esas personas que tienen las amígdalas demasiado grandes. No pasa nada. Todo pasa.

Y así, al mirar atrás, veo todo lo que he vivido en 2024. El último día del año, me detengo a reflexionar. Pienso en el rumbo que quiero tomar, en lo que quiero cambiar. Los propósitos para 2025 los anoto en la primera hoja de una libreta nueva. Ese puede ser un buen comienzo.

El cambio de año me motiva. Un calendario en blanco, con 365 días por delante, 52 semanas y 1 día, llenos de posibilidades para crecer.

Soy de esas personas que escribe con emoción sus propósitos. Y que es constante para cumplirlos. Este nuevo año, pongo el foco en mi futuro. En salir de mi zona de confort y trabajar mucho, porque sé que los momentos incómodos y hacer lo que no quiero hacer me va a hacer mejor cada día. Eso es lo que me mantiene enfocada y motivada.

Mi propósito es que, para la siguiente cena de Nochevieja, haya cumplido mis propósitos de este año, y que mi familia haya cumplido los suyos.

Hoy, 1 de enero de 2025, siento que este año va a ser diferente. Hay quienes creen que los años impares les traen suerte. Creo que soy una de esas personas.

14:43. Mi hermana acaba de encender una vela junto a mí. El calor de su cercanía me reconforta. Y la luz de la vela también. Vamos a estudiar juntas. Es uno de nuestros propósitos de este año. Uno de esos que nos vamos a tomar en serio porque sabemos que nos va a hacer crecer.

Otro de mis propósitos es correr. Esta mañana he ido a correr por la naturaleza. Es algo que siempre echo de menos. Me aleja de todo y, al mismo tiempo, me acerca a mí. Me da paz.

Sé que algunos de mis propósitos dependen de factores que no puedo controlar por completo. Pero lo único que puedo hacer es dar lo mejor de mí para alcanzarlos.

Tengo promesas que cumplir, un ejemplo que dar y mucha ilusión por todo lo que vendrá.

Como me dijo una vez una muy buena amiga japonesa: "A pesar de que sé que vas a tener dificultades, sé que eres capaz de superarlas, y te mando mucho ánimo desde aquí."

Le dice la Lucía del pasado a la del futuro, mientras la del futuro observa todo con una sonrisa, desde su Porsche.

¿Y tú? ¿Te atreves a acompañarme en este viaje de 2025? <3

Feliz año. Feliz vida.

P.d. Dedicado a mi familia: sin ella no soy nada, nadie, nunca. Os llevo conmigo a donde quiera que vaya. Cuando nos sintamos lejos, siempre podremos recordar que miramos la misma luna. Os quiero.